2 de junio de 2009

Las Merindades (Burgos)

Inagurando la sección de "Fines de semana", comenzaremos con un bello viaje por el norte de Burgos, por la comarca denominada "Las Merindades". Sitio bonito, distinto, algo austero, bello al ojo y extraño al paladar.

Contaré cómo fue mi viaje, por si alguien quiere repetir recorrido.




El Viernes: Salida de Valladolid y llegada a Oña a una hora prudente (está a unas 2 horas, algo menos, con lo que el viaje es tranquilo y corto). En Oña nos alojamos en una casa rural de uso compartido, Camino Condal, mu recomendable. La dueña es una persona muy amable, las habitaciones y la casa en general están muy pero que muy bien, y el precio es asequible (48€ habitación doble, más 4€ de desayuno muy recomendable). El pueblo tiene un restaurante Senegalés que debe ser muy bueno, pero estaba cerrado el viernes, lástima. El mesón no es nada del otro mundo, pero su tarta de queso con queso de oveja es singular.

El sábado lo dedicamos a ver Oña; paseo por las márgenes del río y visita guiada al monasterio, sitio que merece la pena conocer, aunque no sea más que por ver la tumba de Doña Urraca. (Cruaaakkkk). De allí a Poza de la Sal, a unos 6 km por una carretera infernal. Pueblo castellano por excelencia, cuenta con unas casas preciosas, un castillo, una torre, unas salinas, y la casa natal del muy ilustre magno y loado Félix Rodriguez de la Fuente. Amigo Feeeeeeeeeeee--liiix, cuando llegues al cieeeeelo.... Tras comer en un sitio atroz en Terminón, (el centro de turismo rural, es lo único que encontramos, pero no fue un acierto) tiramos hacia el norte.

En primer lugar hicimos una parada en las cuevas de los Portugueses en Trespaderne. ¡Cuidado, que están junto a la carretera! Merece mucho la pena. Si os equivocáis y subis al pueblo, justo a la salida hay un cartel que indica cómo ir campo a través a una ermita rupestre del siglo VII. Eso sí, allí no hay ni un turista.

Y ya, hacia el norte, camino de las cuevas de Ojoguareña, en la merindad de Sotoscueva, en el pueblo de Cueva (C-6318). Por el camino se pasa por un sinfin de localidades bonitas, como Puentedei. Respecto a estas cuevas, poco se puede decir... hay que ir y verlas. Mejor por la tarde, por eso de la luz, y hay que estar atentos a los horarios, para coincidir con una visita guiada, que merece la pena.

De allí vamos de vuelta al sur, hacia Frías, pero antes hacemos una parada rápida en Cebolleros, donde un fulano se ha construido un castillo con piedras del monte. hay que verlo.

Y de allí a dormir a Frías, pueblo medieval con gran historia. Nosotros dormimos en la posada Las Merindades, que no está mal, aunque nos gustó más la casa de Oña. La excentricidad del sitio es que dan el desayuno de "9 y media a 10".



El domingo se puede emplear en ver Frías o en caminar por los múltiples GR y PR que hay alrededor del pueblo. No hay que dejar de acercarse a Tobera, a ver su iglesia en la roca y la cascada que baja por el centro del pueblo. De allí nosotros fuimos a comer a Bribiesca, que no me gustó mucho, quizá porque un domingo a las 4 cualquier sitio está muerto.

1 comentario:

  1. Enriqueciendo la valiosa información de Gallofa, apunto un par de sitios más por la zona que tienen "encanto": uno es San Miguel del Cornezuelo, y el otro Tudanca, ambos pueblos de esos "donde el tiempo parece haberse detenido".

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