29 de enero de 2010
Irlanda a salto de mata
Tengo que decir, que a pesar de haber estado muchas veces en Irlanda, nunca he hecho un viaje turístico por ella, de esos en que se trata de ver todo. Y echando la vista atrás me doy cuenta de que es lo mejor. Para visitar Irlanda sólo hay una premisa: "escapa de Dublín". Una vez que sales de la gran ciudad, cualquier pequeño pueblo va a tener el encanto suficiente para transmitirte la esencia Irlandesa. Verás tipos curiosos, gente amable la mayoría de las veces, Pubs que abren a las 12 de la mañana y tienen parroquianos tomando cerveza hasta que cierran. En fin, que hay paisajes, y hay iglesias y monasterios, pero de lo que más se disfruta es de la cultura irlandesa, y esa sólo la da la tranquilidad. Así que mi consejo es que no hay que tratar de abarcar mucho, sino hacer pequeños recorridos adaptados al tiempo del que se disponga, y disfrutar del deporte nacional, la tranquilidad (con cerveza).
Aún así, recomendaré sitios y lugares para visitar en tan magno país.
Dublín
Desde mis estancias veraniegas (a finales de los 80) Dublín ha cambiado mucho. Se ha convertido en una ciudad cosmopolita, pija, cara y orientada al turismo. Precisamente por eso, a los turistas nos atrae y nos llama. Pero no hay que confundirse, esto no es la Irlanda de verdad. En un par de días yo recomendaría dar unos paseos por el centro, O'Connel, Graffton hasta St Stephen's Green, caminar junto al río, cruzar el puente del pedio penique, tiendear en Temple Bar, ir a ver la catedral de San Patricio, el Trinity College... vamos, los clásicos. Yo he visitado varias veces el antiguo Palacio Real, y no está mal, pero vamos un San Ildefonso o una Granja. Por la noche la ciudad se llena de gente en los pubs, sobre todo en la muy turística zona de Temple Bar. Yo recomiendo tratar de alejarse del centro y probar uno de los Pubs de barrio, que tienen más encanto y gente más pintoresca. Yo tuve la suerte de acudir un domingo por la noche al Black Horse Inn (Kellys, The Black Horse Inn, 223 Tyrconnell Road, Inchicore, Dublin 8) y fue una experiencia tremenda. Nunca en mi vida había visto una concentración tan alta de mayores de 60 años en un estado etílico tan lamentable.
Cerca de Dublín, usando el transporte urbano hay ciertas cosas de interés. Por un lado, los Powerscourt Gardens (En Enniskerry, Co. Wicklow). Una antigua casa de campo (vamos, un palacio como Dios manda) con unos jardines bastante interesantes, junto al pueblo de Enniskerry, también a tener en cuenta. Merece la pena pasar un día o al menos una mañana aquí, y permiten el picnic. Hay un autobús urbano que sale cerca del Trinity College que te deja en el pueblo (creo que el 44/C). Otras alternativas interesantes son los pueblos de la costa, de los cuales me acuerdo poco (no debieron dejarme mucha impresión) o la fábrica de Guinness. Aunque yo abogo por gastar el dinero de la entrada en una Guinness de verdad.
Alrededores de Dublín
Al norte de Dublín, a menos de una hora en coche (o más de 3 si pillas atasco) hay un conjunto de monumentos que merece la pena visitar. El primero de ellos Newgrange, una construcción de la edad de piedra. parece ser que era un tumba y lugar de reunión, etc, etc, con algo más 5000 años de antigüedad. Vamos, que es más antiguo que las pirámides; sólo por eso merece la pena verlo. Es un sitio ideal, además, para encontrarse con marabuntas estudiantiles irlandesas en busca de un conocimiento de su tierra que les haga salir del amandrilaje. Allí cerca se encuentra también la abadía de Mellifont (ojo, hay que ir a las ruinas, y no a la abadía en sí, que es nueva y está en otro lado). Queda poco en pie, pero el lavabo octogonal llama la atención. Y allí cerca hay una torre con cruces celtas, de esas que llaman la atención en las fotos que luego enseñas a tus amigos y subes al blog: Monasterboice. Nosotros además vimos muchos cuervos. Hay más cosas por la zona, castillos y demás.
Clocmacnoise
Yendo de Dublín al Oeste, en el centro de la isla aproximadamente, uno se encuentra con uno de los primeros monasterios que existieron por aquí: Clocmacnoise (al sur de Athlone). Puedes culturizarte al respecto en Wikipedia. Parece ser que data del siglo VI. Quedan ruinas de edificios y muchas cruces, pero es un sitio que merece la pena ver. Siguiendo la R444 hacia Shannonbridge, tuvimos la suerte de parar en uno de los pubs más pintorescos que he conocido. Pub y tienda juntos, estuvimos hora y media para tomar una sopa y un bocadillo. Eso sí, los dueños nos sacaron hasta el album de fotos de su familia.
Cliffs of Moher, el Burren y las islas de Arán
En la costa Oeste del país a tiro de piedra de Galway (bueno, un tiro un poco largo) se encuentra una de las bellezas naturales más conocidas del país. Los acantilados de Moher. Muy bonitos, altos e impresionantes. Allí cerca hay un padregal que ellos llaman parque natural, el Burren. A mí me parecio eso, un pedregal, aunque las guías recomiendan las visitas. Y un sitio que me muero de ganas de visitar, ya que me han fallado dos intentos, son las islas de Arán, a las que se puede llegar en ferry desde Galway. Dicen que están muy bien.
Galway
Ciudad universitaria y con mucha vida. merece la pena parar a dormir y a tomar unas pintas. Para dormir hay muchos sitios. Yo he probado el Galway City Hostel y no estab mal, pero daba aspecto cutre y demasiado jaleo, y el Snoozles Hostel, que tiene muy buena presencia y es muy limpio. Para cenar, sin lugar a dudas el An Pucan Bar and Restaurant (11 Forster Street), aunque en el Garveys Inn, en la misma calle tampoco cenamos mal. Lo bueno del primero es que es comida tradicional irlandesa, en el más puro espíritu del país, y suele haber música en directo. El estilo aquí consiste en que el camarero te sirve y luego se olvida de ti. Ellos suponen que te vas a pasar charlando una hora, así que nadie te presiona con la cuenta ni nada.
Lough Derg
El Lough Derg es un lago que hay al Norte de Limerick. La zona está llena de montes ríos y zonas verdes y merece la pena pararse en cualquiera de estos pintorescos lugares y dar un paseo. En mi último viaje, nos metimos por unas carreteras (llenas de hielo) de la zona, casi sin gasolina, y conseguimos llegar a un pueblo muy curioso llamado Tulla (léase "Tula", como el juego de "me agacho y tulallevas"). Cuando preguntamos en la clínica veterinaria por la gasolinera, un paisano nos acompañó en su coche hasta allí mismo. El gasolinero nos dijo que no se veían muchos turistas por la zona. vamos, ninguno.
Uno de los pueblos más turísticos de la zona es Killaloe, aunque en invierno no hay nadie. Bellas vistas (según las fotos, porque con la niebla no vimos nada), impresionantes paisajes (humm...) buenos treckings (si los encuentras, que si no te pasas el día andando por asfalto) y gente muy muy amable. Tengo que hacer publicidad del Bed and Breakfast "Arkansas", dirigido por la amable Mrs. Boner, que nos trató a cuerpo de rey una noche que heló en la zona. El pueblo cuenta con varios sitios de interés, Pubs muy curiosos y varios restaurantes entre los que destacaría el Goosers Bar. Tanto el ambiente como la comida es insuperable.
La zona merece un "dejarse caer" y pasar un día tranquilo, caminando y charlando con al gente. El recuerdo que te llevas es muy superior al de ver piedras, por muy bien puestas que estén.
Otros sitios
Otros sitios a visitar, de los que he estado y puedo decir algo, son: Killarney, precioso pueblo junto a un lago y un parque natural. Hay un palacete muy chulo al lado, y el pueblo tiene encanto. Demasiados turistas cuando yo fui, pero cenamos muy bien y la Guinness igual de buena que en todas partes. Además, sientes que "estás lejos de Dublín". Entre Killarney y Limrerik, otro sitio pintoresco para parar a comer es Adare. El problema es que es muy turístico, y aunque bonito no tiene el encanto real de otros lugares.
Yo, de camino a Dublín (carretera de Limeric a Dublín, carretera aburrida número 1) paré en un par de sitios pintorescos, aunque seguro que cualquier pueblo de la zona lo es. Cerca ya de la capital paramos en Rathcool, que tiene poco más que una calle y un Pub enorme, y en Portlaoise (creo que era ese), donde nos encontramos con una iglesia muy chula, y un montón de casas de apuestas.
En resumen, que hay mil sitios y mil pequeños pueblos, en los que, con un poco de suerte, podemos parar a tomar una Guinnes, una Harp o una Smithwicks, o los más atrevidos una sidra, y conversar con algún paisano asombrado de que a su pueblo haya ido un turista. A lo que contestaréis, "Turista, no: Viajero" (Not a tourist, but a traveller).
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