A pesar de mi fama de tragón, hoy voy a echar más leña al fuego y voy a tratar sobre la comida y los hábitos alimenticios (con esto último no me refiero a sotanas y similares hechos de material comestible). Y es que en este país, la alimentación es un contrasentido.
- Para comer sano y tomar verduras, hay que ir a un restaurante chino.
- La carne buena se reserva para hamburguesas.
- Si un día quieres hacer un desarreglo y comer buena comida aunque te cueste mucho más cara... ese día cocinas en casa.
- La comida tradicional americana es comida Mejicana.
- Hay una fiebre por la comida sana, así que casi todo lo hay "organic". Y me pregunto yo, ¿en qué se diferencia una cebolla orgánica de una convencional? Aparte de en el precio, claro está.
- Un vino en un bar, cuesta como una copa, y al igual que las copas en España, éste también te lo ponen de garrafón.
- Un vegetariano puede estar gordo como un tonel. Total, la carne es lo que menos engorda por aquí. (Tenéis que ver un burrito vegetal, con sus frijoles, arroz, tomate y esa grasilla omnipresente).
- Sin embargo, todo está bueno, debido a la gran cantidad de cosas que les echan. El problema es que se van muriendo las papilas gustativas.
- La densidad de los bollos y las tartas es tal, que un sobao pasiego de marca El Macho estaría sin duda en la parte de comidas light.
- EL café lo puedes pedir por origen: un Jaimaca, un colombia mezclado con Costa Rica... pero al final todos saben igual: a agua de cocer castañas.
- Un gran invento: el brunch (breakfast+lunch). Los fines de semana no se desayuna y se come antes, y a las 11 o 12 te metes una hamburguesa, o unos huevos con salchichas estupendos y directos a la vena.
- Lo único que realmente sabe a café es la cerveza negra.
- La ensalada del McDonalds tiene más azucar que la big Mac.
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